PEQUEÑA BIOGRAFÍA DE D. ANTONIO

 

 

 LLAMAS MOLINA, CURA “PILONGO”  DE LA

 

 

 PARROQUIA DEL CARMEN DE LORCA

D. Antonio Llamas Molina
D. Antonio Llamas Molina

Nace en Lorca, en el año 1884, único varón de 7 hijos, con 6 hermanas. Recibe el bautismo en dicha parroquia, la primera comunión, la confirmación y es el párroco de la misma durante 37 años, de ahí que sea un “cura pilongo”. Ingresa en el seminario de S. Fulgencio de Murcia. Comienza su andadura como sacerdote en 1907 en Cieza (Murcia), pasando luego a Campo de Hellín (Albacete), Campo López (Lorca) y luego en la Iglesia de S. Mateo de Lorca. Por la pasión que tenía por “su Carmencica”, pide traslado en 1934, momento desde el que se hace cargo de la parroquia de sus amores, hasta su fallecimiento en 1971, un 22 de Julio.

 

Nada más llegar, arregla las campanas, que estaban en desuso por su mal estado. Siempre tenía un tono chispeante por la calle Redón, en el barrio de S. José, su querido barrio, con numerosos chascarrillos que  tenía para todo el mundo.

 

En 1957, festeja sus bodas de oro como sacerdote y jubilación. Fue profesor de Religión en el Instituto de Segunda Enseñanza de Lorca, donde le hicieron Profesor Honorario.

 

Se le nombra Hijo  Predilecto de Lorca en 1958.

 

Indicar que D. Antonio Llamas fue el que en el año 1940, tras la contienda civil, rescató para Lorca el Vía Crucis Morado, hoy en fase de declararse BIC (Bien de Interés Cultural) y lo feliz que estará en el cielo, junto a “Su Carmencica” viendo como también han declarado a su Parroquia BIC.

 

En el año 1997, se erige un busto en los poyos de Molina, enfrente de “su” parroquia, donde descansa desde ese mismo año en el altar al lado de “su” Virgen del Carmen.

 

Terminar esta biografía con una anécdota, que tratándose de Lorca, es de Semana Santa y sus rivalidades, extraída del libro “Gente de Lorca”, escrito por Dña. Eulalia Martínez y Dña. Maruja Sastre.

 

Nunca ocultó su AZULISMO y su devoción por la Santísima. Virgen de los Dolores. En una ocasión y por una trifulca entre blancos y azules fue llamado a declarar, el juez le pregunta:

                        -D. Antonio, responda, ¿es usted blanco o azul?

-Yo no soy nada, Señoría.

 

Al Señor Juez, no le convence la respuesta:

 

-          ¿Acaso no sabe toda Lorca que D. Antonio Llamas es azul?

-          No señoría, yo soy un cura esencialmente mariano, y en el amor que sienten los azules por la Santísima Virgen de los Dolores, coincido con ellos.

-          Pero ¡D. Antonio!, ¿acaso los blancos no quieren lo mismo a la Virgen de la Amargura?.

 

Loa azules contienen el aliento, inquietos por su respuesta.

 

-          ¡Cállate, nenico, que esa es de otro barrio!

 

Así era el cura Llamas, como se le conoce en Lorca, con su gran devoción Mariana y su amor por su parroquia y su “Carmencica”.

 

Fuente: Ginés Lidón García